Sólo tuvieron que pasar 50 días desde que rindió protesta el pasado 1 de diciembre, para que Andrés Manuel López Obrador tuviera de ya, quizás, el hecho más trascendente con el que quedará marcado su gobierno sexenal.

La película que empezó a exhibir en los últimos días sobre el huachicoleo el Presidente López Obrador a través de sus conferencias de prensa matutinas, no podría tener peor final: la muerte de 66 personas (saldo aún preliminar) durante la explosión de un ducto de Pemex en Hidalgo.

El asesinato de Colosio en el sexenio de Carlos Salinas, la matanza de 45 indígenas en Acteal durante el mandato de Ernesto Zedillo, el crecimiento del narcotráfico y la violencia en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, y más recientemente la matanza de 43 estudiantes de Ayotzinapa en el mandato de Enrique Peña Nieto, marcaron a cada uno de los últimos ex presidentes de México.

Y hoy, la tragedia ocurrida la noche de este viernes, seguirá como un fantasma que le recriminará todos los días al Presidente López Obrador, su decisión de combatir con todo el robo de combustible. Sus enemigos políticos se encargarán de eso.

Y es que si bien las opiniones respecto a la culpa estarán divididas, esta tragedia, como ha sucedido siempre, será lucrada políticamente, de tal forma que puede marcar el inicio del declive de AMLO y su partido Morena. El tiempo lo dirá.

Y con este problema encima, el Presidente ya no tendrá tiempo de meterse en los asuntos particulares de los estados, como lo hizo con Sinaloa al querer inducir la aplicación del presupuesto estatal dando línea a los diputados de Morena en este tema.

Oxígeno al PRI Navolato. Tamaño reto que se acaba de echar encima la priista Letizia López, quien asumirá este domingo la dirigencia del partido en el municipio de Navolato.

Aunque se ha dicho que la dirigencia de Letizia será temporal, la ex regidora está identificada como una guerrera del partido en el municipio cañero; siempre respaldando a los dirigentes y candidatos en tiempo de campaña.

Y es que nada fácil la tiene cuando el priismo quedó divido y dolido en sus diferentes corrientes políticas tras el proceso electoral 2018, pues al parecer las heridas aún no cicatrizan y no se ve para nada el accionar de los líderes morales, quienes se han esfumado prácticamente del ambiente político.

Nos referimos al ex diputado federal Evelio Plata, el ex alcalde Rigoberto Valenzuela y al ex diputado local Víctor Godoy, quienes al parecer han escondido la cabeza como los avestruces en espera de que pase la tormenta.

Y si Letizia López tiene un gran reto con esto de reagrupar al PRI en Navolato, el líder estatal del partido, Jesús Valdés, tiene un desafío 18 veces más grande, pues el tsunami electoral que resultó en 2018 dónde él también fue víctima al fracasar en su intención de reelegirse como alcalde de Culiacán, da toda la oportunidad a Morena de consolidarse como partido en Sinaloa, amén de lo devastado que quedó el PRI y el PAN que no lograron ninguno de los ocho distritos electorales federales en el estado.

Pero ríase, por favor. Dos viejitos de 70 años jugando al golf. Le dice uno al otro:

-- ¡Mis ojos ya no son los de antes! ¿Viste dónde cayó la bola?

-- Sí, pero ya no me acuerdo.