A costa de su propia vida, José Luis salva la de su amigo en silla de ruedas Destacado

Escrito por  Sep 03, 2019

 

La pareja de adultos mayores que todos los días piden dinero en el crucero de Xicoténcatl y Dr. Mora fue arrollada por un camión de volteo, cuyo conductor se dio a la fuga.

Culiacán, Sinaloa. Un accidente acabó esta mañana con la vida de José Luis. Por salvar a Jesús, aventó la silla de ruedas con todas sus fuerzas para evitar que lo arrollara la góndola que se les venía encima. Y sí, salvó a su amigo, pero a costa de su propia vida.

El accidente, esta mañana de martes en el crucero de los bulevares Xicoténcatl y Dr. Mora, a unos metros de la conocida iglesia del Padre Cuco, en la colonia Las Quintas.

Como todos los días desde hace diez años, José Luis y Jesús salieron de su casa de la colonia Melchor Ocampo para llegar al crucero a realizar su trabajo de equipo: ganarse el ingreso del día gracias a la generosidad de los automovilistas.

Mientras Jesús estira la mano en la ventana de los conductores, José Luis empuja la silla de ruedas entre los vehículos por el tiempo que dura el semáforo en rojo, para luego replegarse sobre el camellón central del bulevar.

Pero esta mañana, apenas a las 7:20 horas, cuando todo mundo anda a las prisas, una góndola color blanco, que circulaba de sur a norte por el bulevar Xicoténcatl, se les vino encima a ambos adultos mayores.

En el intento por salvar la vida, José Luis no lo pensó dos veces y optó por aventar con todo y silla a su amigo para evitar el atropellamiento. Y lo evitó, pero a cambio recibió él el descomunal impacto que lo estrelló contra el pavimento.

José Luis, de 60 años de edad, agonizó en el lugar, mientras su amigo resultó con lesiones y fue atendido por los paramédicos de Cruz Roja que lo llevaron a un hospital a recibir atención médica.

Esta mañana, en el lugar, los policías de tránsito organizan el tráfico y los peritos de la Fiscalía recogen las evidencias para tratar de encontrar al culpable, al cual quizás nunca puedan siquiera saber quién es, pues los datos de los testigos son muy pocos, insuficientes quizás.

Y tampoco, al menos a simple vista, se pudieron ver en el lugar cámaras de video vigilancia que pudieran ayudar a identificar las placas del camión de volteo y en el mejor de los casos los rasgos físicos del chofer responsable.

Por lo pronto, la imprudencia y las prisas del apretado tráfico vehicular de Culiacán cobraron una nueva vida y con ella pusieron fin a una historia de solidaridad y amistad que por diez años compartieron José Luis y Jesús.

Enrique Rodríguez

Modificado por última vez en Martes, 03 Septiembre 2019 10:23