El conflicto entre Israel y Líbano puede escalar a una operación como la de la Franja de Gaza, si la comunidad internacional no toma acciones para que la organización islamista Hezbolá abandone el sur de Líbano, de acuerdo con funcionarios del gobierno israelí.

Desde el 07 de octubre de 2023, cuando Hamás —el grupo que controla la Franja de Gaza—atacó Israel con un saldo de 1,200 muertos, la mayoría de ellos civiles, los lanzamientos de misiles de Hezbolá contra el norte del país han aumentado, así como la respuesta israelí a esos embates.

El lunes 04 de marzo, Hezbolá lanzó seis ataques contra el norte de Israel, que respondió a los proyectiles, además de enviar cazas bombarderos contra objetivos militares de la organización islamista.

“Si Hezbolá no deja de estar en el sur de Líbano, entonces nosotros vamos a tener que actuar de la misma manera en que actuamos en Gaza para permitir que los ciudadanos israelíes puedan volver a su casa en esa región”, dijo Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, en un encuentro con periodistas latinoamericanas en Jerusalén.

Haiat indicó que al menos 100,000 israelíes en el sur, cerca de la frontera con la Franja de Gaza, y del norte, en el límite con Líbano, no pueden regresar a sus casas porque pueden ser víctimas de los ataques de Hamás o Hezbolá.

Después de los ataques del 7 de octubre, Israel emprendió una campaña militar por aire y tierra en la Franja de Gaza, controlada por Hamás desde 2007, que ha dejado más de 30,000 muertos, de acuerdo con información difundida por el Ministerio de Salud de esta organización.

El vocero de la cancillería israelí asegura que aún hay posibilidades de que el conflicto con Líbano no escale y en buena parte depende de que la comunidad internacional ejerza más presión para que se cumpla la resolución 1701, firmada después de la guerra de 2006, que indica que Hezbolá no puede tener presencia al sur del río Litaní, ubicado entre cinco y diez kilómetros de la frontera libanesa con Israel.

“Primero, no queremos iniciar una nueva guerra, todavía estamos luchando contra Hamás en la Franja de Gaza. Segundo, no es nuestro objetivo entrar en una guerra con Líbano, hay esfuerzos diplomáticos de distintos países para llegar a un acuerdo con el país y para forzar la resolución 1701, para nosotros es la mejor opción”, indicó.

Haiat se limitó a decir que una escalada en las operaciones de Israel contra Hezbolá pudiera ocurrir "en un futuro próximo".

El portavoz tampoco habló sobre planes militares en Líbano, que pueden incluir una acción más allá del sur de este país, pero indicó que es responsabilidad de Beirut controlar a Hezbolá y responder por esta organización.

Israel ante los ataques desde Yemén

Además de Hamás y Hezbolá, Israel también enfrenta ataques desde Yemén, en el sur de la península arábiga. Los hutíes en apoyo a la Franja de Gaza, lanzan cohetes contra Israel y atacan embarcaciones mercantes en el mar Rojo.

Estos ataques (sucedidos en Irán) “afectan la economía mundial y afectan a cada uno de nosotros. De hecho, estamos en una guerra económica en esa zona que no está dirigida solo a Israel sino a todo el mundo libre”.

Detrás de todos estos enfrentamientos, Israel afirma que está detrás el régimen de los ayatolás en Irán, que apoya con recursos a estos grupos, con el fin de afectar al Estado hebreo, pero también a los países occidentales.

“Irán apoya cualquier esfuerzo de inestabilidad en la región”, afirma Haiat. "En diferentes países, en cada lugar donde se ve la presencia de Irán, se ve la miseria, se ve la pobreza, se ve la violencia y el terrorismo. Esa es la cara que Irán exporta a todo Medio Oriente: miseria, pobreza, violencia y terrorismo”.

Haiat asegura que la comunidad internacional en su conjunto ha fracasado en detener la amenaza que significa Irán, por lo que espera condenas mucho más duras contra sus acciones y los grupos a los que apoya.