La ciudad de Tijuana es una de las regiones dominadas por el crimen organizado, el cual ha llegado a amenazar de muerte a varios artistas, y en ocasiones cumplen con sus advertencias, como ocurrió recientemente con el cantante de corridos tumbados Chuy Montana.

El joven artista, una promesa de la música regional mexicana, fue hallado sin vida en la carretera que va de Tijuana al municipio de Rosarito y, según los primeros reportes, su cuerpo presentaba varios impactos de bala, además de signos de violencia.

Al parecer Montana, cuyo nombre real era Jesús Cárdenas, fue secuestrado previamente y llevaba las manos esposadas.

De acuerdo con declaraciones de testigos publicadas por el diario Milenio, los captores del cantante lo bajaron del automóvil donde lo trasladaban para luego dispararle y huir, aunque otras versiones apuntan a que el intérprete se lanzó del vehículo para salvar su vida, por lo que los criminales le dispararon.

La disquera Street Mob Records, casa discográfica de Jesús Ortiz, líder de la agrupación Fuerza Regida, fue quien dio a conocer la muerte a través de un sentido comunicado en sus redes sociales.

“En nombre de Street Mob Records lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestro colega y hermano Chuy Montana. Nos solidarizamos con su familia en este momento de dolor”, expresaron, además de pedir respeto y comprensión a los medios ante esta tragedia.

Chuy Montana era un joven cantante urbano, quien solía tocar sus canciones a las personas que esperaban en el cruce fronterizo de la garita de San Ysidro, en los límites de San Diego y Tijuana.

Fue precisamente en ese sitio donde conoció a Jesús Ortiz, de Fuerza Regida y quien, convencido de su talento, lo invitó a formar parte de su casa disquera.

De esta manera sus canciones ganaron popularidad, entre las que se encuentran “Ramos Buchones”, en colaboración con Fuerza Regida, además de “Porte de Scarface” y “Polvos Chanel”.