Ciudad de México. No es cierto que las segundas partes nunca fueron buenas, no es cierto, al menos para el pitcher mexicano de los Dodgers Julio Urías, quien ayer al comenzar la última mitad de la temporada, dominó a los Mets de Nueva York para conseguir su séptima victoria del actual calendario.

Fiel a lo que ha sido su carrera ligamayorista la mejor versión del serpentinero sinaloense aparece después de la pausa del Juego de Estrellas. Urías maniató a los neoyorquinos a un solo imparable en seis innings con siete ponches.

Después de conceder un doblete al primer bateador al que se enfrentó, Urías se abrió paso a través de una alineación de Mets de alto valor económico y bajo rendimiento. Retiró a 18 de 21 bateadores el resto del camino, las tres excepciones llegaron con base por bolas, un golpe por bola y la interferencia del receptor. Realizó 85 lanzamientos para obtener el primer triunfo ante los Mets.

En sus ocho temporadas dentro de las Grandes Ligas, Julio Urías tiene una efectividad de 1.75 después de la pausa del clásico de media temporada, la mejor para cualquier lanzador en la historia.

Después de varias malas salidas que se suscitaron en mayo, Urías ligó triunfos.

Los Dodgers (52-38) hicieron la mayor parte de su daño en el quinto rollo. Después de que Justin Verlander, lo mantuviera sin hits durante cuatro entradas, tres bases por bolas seguidas por parte a la parte inferior de la alineación prepararon el escenario para que Mookie Betts pegara un sencillo productor y Freddie Freeman un doblete que envió dos carreras al plato. (Con información de Agencia Excélsior)