Debido a la relajación en las restricciones para viajes, Estados Unidos, India, Italia, Japón, Malasia y Taiwán procedieron a imponer restricciones a la llegada de viajeros procedentes de China.
En el caso de Estados Unidos, a partir del 5 de enero requerirá pruebas negativas de COVID-19 a todos los viajeros aéreos provenientes de China, bajo el argumento de que Beijing no comparte suficiente información sobre el aumento de casos.
En Italia las autoridades restablecieron la obligatoriedad de pruebas PCR a todos los pasajeros que ingresen desde el país asiático.
Alertaron que en algunos aeropuertos del país, casi la mitad de los viajeros que llegaron en vuelos desde China dieron positivo de COVID-19.