Con todo y que estén consideradas en la Ley General de Educación, el gobierno federal desapareció, ahora sí, el Programa de Escuelas de Tiempo Completo, creado como una alternativa para los hijos de padres y madres trabajadores. El argumento, que ese presupuesto será destinado a las becas de estudio.

Las ETC ofrecían una doble ventaja, permitían a los alumnos beneficiados recibir clases extracurriculares desarrollando algún arte y practicando algún deporte, y permitían a los papás la tranquilidad de saber que sus hijos estaban en buenas manos mientras llegaba la hora de pasar por ellos de regreso a casa.

Junto con el programa de ETC, el gobierno federal desapareció también los programas Atención a la Diversidad de la Educación Indígena; Atención Educativa de la Población Escolar Migrante; Programa Nacional de Convivencia Escolar; y Desarrollo de Aprendizajes Significativos de Educación Básica, en los cuales se ejercía un presupuesto de 21 mil 982 millones de pesos.

Cierto es que durante los dos últimos años, la pandemia de coronavirus ocasionó que las clases se tomaron de manera anormal, pero también habría que tomar en cuenta, que el regreso a las clases presenciales para todos los niveles educativos y para la totalidad de los educandos está planteada en el mes de enero, en el regreso a clases luego del periodo vacacional navideño.

Sin duda alguna que estos programas educativos eran de gran beneficio, por el tipo y sectores de la población que atendían, así como la cobertura de más de 4.3 millones de estudiantes beneficiados.