Que el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador no lo quiera aceptar es entendible, pero los números más recientes publicados por el Coneval dicen que la pobreza en nuestro país ha crecido en 3.8 millones de mexicanos en los dos años que lleva el gobierno del morenista al pasar de 51.9 al 55.7 millones de personas.

Esta situación es generada por las carencias de satisfactores como la vivienda y los accesos a la educación y la salud, así como por los bajos ingresos salariales y la falta de empleos para todos.

En Sinaloa de nadie es desconocido el alarmante incremento de niños en la calle pidiendo limosnas para ayudar al ingreso propio y el de sus familias. Basta decir que en el estado una de cada 3 personas vive en situación de pobreza o pobreza extrema; para ser más precisos Sinaloa cuenta con 923 mil 217 pobres, según los datos del Coneval.

Y si bien es cierto que a nivel estado la pobreza en Sinaloa disminuyó al bajar de 31.0 al 28.1 por ciento de su población, también lo es que se tuvo un incremento de la pobreza extrema al pasar de 2.2 al 2.4 por ciento de los sinaloenses en esta condición social.

Otro dato que llama la atención y marca en retroceso en el impacto de los programas sociales, es el número de la población vulnerable que se incrementó del 31.7 al 32.0 por ciento por carencias sociales y del 7.0 al 8.2 por ciento por carencias de ingresos, algo que tiene que ver directamente con la falta de los empleos suficientes.

Vale la pena reconocer también, que creció al número de personas catalogadas no pobres ni vulnerables, condición en la que se encontraba el 30.4 por ciento de los sinaloenses en 2018 y ahora son el 31.7 por ciento que se puede decir cuentan con un buen trabajo y tienen satisfechas sus necesidades primordiales.