Crisis laboral deja en la banca a 2 millones de jóvenes Destacado

Escrito por  El Universal Ago 03, 2021

Es un segmento de la población a la que le llegó la edad de trabajar, y aunque quieren o tienen la necesidad, no han podido hallar una plaza, según  datos del Inegi.

Los jóvenes son de los segmentos de la población más afectados por la crisis del mercado laboral. Adicional al rezago que existe para recuperar los empleos perdidos por la pandemia del Covid-19, hay alrededor de 2 millones de muchachos que llegaron a la edad de trabajar y que quieren y tienen la necesidad de hacerlo; sin embargo, se mantienen al margen por no encontrar alguna oportunidad.

La población ocupada del país ascendía a 55.1 millones de personas al cierre del primer semestre de este año, por lo que faltaban 678 mil puestos más para alcanzar los niveles de marzo de 2020 previos a la crisis sanitaria, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.

Adicional a esta cifra, se debe considerar que durante ese lapso (marzo de 2020 a junio de 2021) la población mayor de 15 años aumentó en 2 millones de jóvenes que ya están en edad de trabajar, pero que se ubicaron dentro de la Población No Económicamente Activa disponible (PNEA), porque prácticamente no existe empleo, explicó Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios del Empleo Formal (CEEF).

La PNEA disponible, aquellos inactivos que declaran no buscar incorporarse a alguna actividad económica porque consideran que no encontrarán trabajo, pasó de 5.9 millones de personas en marzo de 2020 a 8.1 millones en junio de 2021, es decir, un crecimiento de 2.2 millones de personas, resultado en parte por el incremento de la población mayor a 15 años, explicó el especialista en temas laborales.

Si a estos 2.2 millones de personas disponibles para trabajar se le suman los 678 mil empleos que faltan para alcanzar el nivel de ocupación de antes de la pandemia, el déficit real de puestos alcanza 2 millones 900 mil plazas que es necesario generar.

Armando Leñero opinó que esos datos dejan ver que la perspectiva del país en materia de empleo es “muy mala”.

“La generación de ocupaciones es insuficiente. Necesitaríamos estar creciendo mucho más, no sólo para recuperar el terreno perdido por la crisis sino también para cubrir la necesidad de los jóvenes que se están sumando al mercado laboral.

“No creemos que en este sexenio se vaya a recuperar el empleo. Tendríamos que crecer a volúmenes muy altos para superar este déficit, eso va a tardar seis años más, porque existe mucho que recuperar y la población sigue creciendo año con año”.

El también director de la firma de administración operativa empresarial, Retribuye, explicó que para recuperar el terreno perdido se tendrían que estar generando 2 millones de empleos (formales e informales) al año y salir “tablas” al cierre del año.

En su opinión, otro de los riesgos para esta población joven es que “en caso de conseguir un empleo, lo hacen en un escenario de precariedad laboral, sin prestaciones sociales y en el que puede ser más atractivo recurrir a la informalidad laboral”.

Panorama bueno, pero…

Para lo que resta del año, Armando Leñero prevé la generación de unos 400 mil puestos adicionales en el sector formal de la economía para terminar el año en unas 800 mil plazas; sin embargo, este escenario no está exento de riesgos.

Entre ellos, destacan las condiciones epidemiológicas que han empeorado, siendo difícil medir cuándo se alcanzará un pico de los contagios del Covid-19, ya que los casos aumentan por la creciente y más contagiosa variante Delta, comentó Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Banorte.

Sobre otros riesgos, expuso que los problemas en las cadenas de suministro siguen presentes. Esto probablemente impactó mayormente a las manufacturas, evidenciado por la pérdida de trabajos en mayo y junio, agregó el especialista.

Sin embargo, se espera que estos problemas sean temporales, retomándose más tarde en el año la tendencia positiva registrada en el primer semestre, ayudada por el progreso en las vacunaciones y el ritmo general de la actividad económica.