En toda una pesadilla en donde el miedo es el principal ingrediente, se encuentran sumidos los habitantes de Culiacán, Los Mochis, Mazatlán, Navolato, Guasave, incluso algunos municipios de los considerados chicos, como Escuinapa, Rosario y Elota por la tercera ola de la pandemia de Covid-19.

Familias completas se han contagiado y lamentablemente son muchos los casos donde no todos logran superar la enfermedad y han tenido que sufrir la pérdida de un familiar.

Y sí, es cierto que aún muchos no se han contagiado y creen que no pasará nada. Andan en la calle, en las plazas comerciales, de aquí para allá y de allá para acá desafiando al destino y al coronavirus.

Pero para otros, esta tercera ola de la pandemia los ha marcado lastimosamente. Sólo en lo que va de este mes de julio, hasta el día 23 se contabilizan ya 290 personas fallecidas, cuando en todo junio fueron 197.

Vivir una situación de desespero como la que atraviesan muchas de estas familias contagiadas no se le desea a nadie. Ir al Triage del Seguro Social para que te valoren y te manden a hacer la prueba Covid y no encontrar a nadie es verdaderamente criminal. Un sentimiento de impotencia se empieza a apoderar de los familiares que tienen que empezar a buscar en laboratorios y clínicas privados.

Conseguir los tanques de oxígeno para el familiar con insuficiencia respiratoria se ha convertido en una situación de vida o muerte. Y lo peor es que muchas familias no cuentan con el dinero suficiente para la compra del oxígeno y la renta de los tanques, amén de las filas que hay que hacer para alcanzar el turno y poder adquirir el urgente producto.

Redacción