Los diputados de Morena en el Congreso del Estado no se quedaron con las ganas de gritarle “sus verdades” a la auditora Superior del Estado, Emma Guadalupe Félix Rivera, que acudió a comparecer ya obligada por las circunstancias.

Quedó más que evidente que no hay una buena relación de los diputados con la auditora encargada de revisar las cuentas públicas de Gobierno del Estado y los 18 Ayuntamientos de Sinaloa. Y quizás por eso la auditora postergó hasta que pudo su comparecencia en el Palacio Legislativo, de frente a los diputados.

En la hora y media que duró aproximadamente el intercambio de expresiones los legisladores de la 4T no se midieron en los calificativos, presunciones y afirmaciones en lo que dio la sensación de haber convertido el evento en un acto de linchamiento político contra la auditora, calificado incluso por las legisladoras priistas como violencia política de género.

Y quien más se le fue a la yugular fue la diputada Graciela Domínguez Nava, presidenta de la Comisión de Fiscalización, quien acusó a Félix Rivera se ser cómplice del gobernador Quirino Ordaz en la intentona de reformar la Constitución local para darle total autonomía a la ASE y de no hacer nada contra el gobierno actual, lo que levanta las “sospechas de que los recursos públicos se destinan a operaciones indebidas”.

Los reclamos tuvieron eco, aunque de manera más sutil, en los diputados Jorge Iván Villalobos, presidente del Grupo Parlamentario del PAN; Jesús Víctor Manuel Cabanillas, del PT; y Geraldine Valverde, también de Morena.