El próximo jueves se realizará el primero de dos debates que deberá organizar el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa entre los ocho candidatos al Gobierno de Sinaloa que participar en el actual proceso electoral 2021.

Este momento debe ser bien aprovechado por los candidatos, tanto los que van abajo en las encuestas, como los que siguen en las dos primeras posiciones en la preferencia del electorado.

Es la oportunidad que tienen además para que “prendan las campañas”, pues más allá de militantes y simpatizantes, aún hay un marcado desdén de los ciudadanos hacia los actos de proselitismo político realizados a partir del domingo 4 de abril.

¿Qué se espera? Todo, menos respeto. La competencia electoral no está para señalamientos sutiles y superficiales. Para eso son los debates. El electorado quiere que los candidatos se saquen sus trapitos al sol para definir el rumbo de su voto.

El fuego cruzado será entre todos, las acusaciones deberán estar a la orden del día, pero sustentadas para que causen el efecto deseado en el electorado y que los candidatos que van abajo en las encuestas puedan convertirse en protagonistas con posibilidades reales de alcanzar la silla del tercer piso del edificio gubernamental de la avenida Insurgentes.

Claro, cada candidato debe estar en estos momentos planeando su estrategia de ataque y defensa con base al resultado que desea, pero lo que sí es cierto es que es la primera oportunidad de jugarse el todo por el todo. La oportunidad allí la tienen.