La vacuna debe "proteger contra las variantes detectadas hasta esta fecha", dijo la empresa después de realizar una prueba de laboratorio.

A pesar de estos datos, Moderna dijo que trabajaría para desarrollar una dosis adicional para aumentar aún más la protección contra estas variantes.

Moderna probó su vacuna contra COVID-19 en las variantes identificadas por primera vez en Reino Unido y Sudáfrica, en colaboración con el Centro de Investigación de Vacunas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.

El estudio in vitro evaluó la capacidad del ARNm-1273 para provocar anticuerpos neutralizantes potentes contra las nuevas variantes del SARS-CoV-2, utilizando sueros de ocho participantes del ensayo clínico de fase 1 (de 18 a 55 años de edad) que recibieron dos dosis de 100 g de ARNm-1273, y utilizando por separado sueros de primates no humanos (NHP) inmunizados con dos dosis de 30 g o 100 g de mRNA-1273.

Aunque los resultados son positivos -con las dosis de la inmunización-, la farmacéutica probará una dosis de refuerzo adicional para estudiar la capacidad de aumentar los títulos neutralizantes contra las cepas emergentes. Asimismo, promoverá una variante de su vacuna, de refuerzo emergente, contra la variante sudafricana (B.1.351).

Merck abandona proyecto de dos vacunas

El laboratorio estadounidense Merck anunció el lunes que no continuará con el desarrollo de dos vacunas contra COVID-19, después de que los primeros resultados de ensayos clínicos mostrasen eficacias inferiores a las desarrolladas por otras compañías.

Sin embargo, el grupo informó que tiene previsto continuar con sus trabajos en dos tratamientos contra la enfermedad, según un comunicado. Una de las vacunas era desarrollada conjuntamente con el Instituto Pasteur en Francia.

La UE aumentó la presión sobre AstraZeneca para que cumpla los envíos de sus vacunas.

La pandemia ha provocado la pérdida del equivalente a 255 millones de empleos en el mundo en 2020, según la OIT.