Ortega, Mejía y Encinas, a atarse las manos Destacado

Escrito por  Redacción Feb 13, 2019

Y si el sexenio malovista salió todo raspado por la corrupción, no olvidemos el de Quirino tiene ya su primera mancha con aquel tema del colchongate (o colchones basura) ocurrido el año pasado y cuyo capítulo se cerró con la renuncia de su secretario de Desarrollo Social, Raúl Carrillo, proveniente de la corriente vizcarrista.

Este ha sido quizás la situación más complicada por cuanto delicada que ha tenido que sortear el gobierno de Ordaz Coppel, quien debe tener los ojos bien abiertos y cuidarle las manos a sus secretarios de gabinete, pues el escarnio del pueblo es sólo parte del castigo a que se hacen acreedores quienes le fallan a la gente.

Y si tenemos que hablar de las áreas de la administración pública con mayor presupuesto a ejercer y manejar, seguro la número uno es la Secretaría de Administración y Finanzas, seguidas de la de Educación y la de Salud, cuyos funcionarios hasta este momento, no han sido señalados de incurrir en alguna anomalía, al menos no hasta hoy, quién sabe mañana.

Pero no los pierda de vista, ellos son Carlos Ortega Carricarte (Finanzas), Juan Alfonso Mejía López (Educación) y Efrén Encinas Torres (Salud), los tres concentran el mayor ejercicio presupuestal en el estado, amén del manejo de las asignaciones directas y concursos de obras y servicios que tienen que pasar por sus manos.

Compras al mayoreo, surtido de medicamentos y material quirúrgico y de curaciones, plazas laborales, son sólo algunas de las responsabilidades en las que participan y donde pueden incurrir en los influyentismos, amiguismos y corrupciones.

No olvidemos que la moda y obligación moral sigue siendo la presentación de las declaraciones patrimoniales a la que muchos funcionarios se siguen negando hacer públicas.

Que por cierto, se está en tiempo y forma de que todos los funcionarios públicos llenen los formatos con los datos sobre sus propiedades. El plazo fenece en el mes de mayo.

Ojalá y ahora sí se obligue a todos a presentar su información con carácter de pública, pues ya los nuevos tiempos así lo exigen, no hay lugar para discrecionalidades y el pretexto de la seguridad ya no es válido.

Basta decir, que el año pasado sólo el 91 por ciento de los funcionarios públicos del gobierno del Estado presentaron su declaración de ley, el resto quién sabe por qué razones no lo hicieron. Seguro que ya ni siquiera forman parte de la nómina estatal.

Pero eso será tema de los siguientes días en los medios de comunicación. Mejor allí la dejamos.

 

Y para reír hoy. Un hombre que se quería casar tenía tres novias y para decidir a cuál de las tres elegiría las puso a prueba. Retiró del banco 150 mil pesos y les regaló a cada una 50 mil pesos.

La primera se fue de shoping y a la estética y le dijo: “Me puse bella para ti, porque te amo”.

La segunda también se fue de shoping pero compró sólo cosas para él y le dijo: “Te compré lo que más te gusta porque te amo”.

Y la tercera invirtió todo el dinero en la bolsa y los triplicó y le dijo: “Aquí te traigo tu dinero triplicado y los otros cinco mil los gasté en cosas para los dos porque te amo”.

Aquel hombre, haciendo uso pleno de su inteligencia como todo hombre, pensó y pensó… y al final se quedó… con la que tenía el trasero más grande.